jueves, 17 de abril de 2008

El enmascarado

Escapar no podemos del tenebroso hombre enmascarado que nos llama por nuestro nombre. No sabemos que es lo que él esconde tras esa humorística máscara, y mas no queremos saber. La curiosidad desaparece cuando tomamos conciencia de que nuestra dicha es causa de una ambigua imagen, inestable y escurridiza, moradora del sótano donde se suelen esconder del forastero los pilares más gruesos de la vida. El personaje enmascarado es la única imagen que todos tenemos en común, por eso no debemos suponernos cual es la verdadera cara; se perdería la única conexión, la imagen completa se verá afectada por la discriminación del misterio, de la insignificancia de lo inexistente. Cuando el enmascarado desaparece los humanos se atacan entre sí. Si el enmascarado vuelve a aparecer en el pasillo de los perdidos no será más que un objeto de paliza donde todos proyectaran sus deseos de aniquilación causados por la constante frustración de interrogantes emergentes, llenas de misterio y seguidas de respuestas más perdidas aún que la pregunta

Más palabras para un solo circulo

Ya todos los seres duermen de día y viven lo más profundo de la noche, dispersando sus sueños llenando esos rincones sombríos donde la conciencia no ha ganado. La incertidumbre de la humanidad afecta a cada identidad, cada ser pierde algo valioso, lo pierde en las redes tejidas por arañas drogadas con estimulantes causantes del desorden producto de una ansiedad por clasificar todo significado en estructuras predecibles. El ambiente de trabajo creado por la araña estimulada es la herramienta más útilmente nociva que puede usar un humano, puesto que aunque progresemos y tengamos los ojos más abiertos a lo inesperado, la gran red nos priva de la gran simpleza de lo real. El humano parece estar limitado por los huecos vacíos hechos por el vasto espacio negro que forman las hechos inconclusos. Estamos atrapados bajo lo complejo de la simpleza y lo complicado de nuestra visión. La vanidad finalmente es lo más preciso en la descripción del individuo; más aya del tesoro esta el hecho de haber perdido la llave.